Todo eso que creí que me estaba hundiendo, al final era el abono que me invitaba a florecer con más fuerza, con más belleza, con más libertad, con más amor por todo lo que soy.

En la oscuridad más profunda están los tesoros más grandes.

Simpleza, paciencia y presencia en cada proceso.

El día que descubrí la belleza de mis profundidades fué que solté todas las resistencias que me limitaban a vivir esta experiencia humana y me entregué a explorarme entero.

El día que descubrí qué hay tesoros en mi oscuridad fué que dejé de querer retener todo eso que podía ser.

A veces la vida nos sacude y queremos entender.
A veces el dolor se apodera del amor y nos envuelve en sensaciones que ni siquiera tienen descripciones.

Todo es parte de un camino que nos lleva a nuestro destino.

Simpleza, paciencia y presencia en cada proceso.

En momentos de caos y revolución me ayuda
hablar
la música
el silencio
darme amor
estar conmigo
acompañarme de esas personas que me abrazan el corazón
ver la Luna
Tocar la tierra con los pies
Nutrirme de naturaleza,
en todos los sentidos.
Caminar.
El mar.
Escribir.
Repetirme afirmaciones de poder, como ser
“Confío en que todo es para mi mayor bien y el de toda la humanidad”

Y aunque no entienda nada,
Y no se nada.
Agradezco todo.
Confío en mi Alma.
Confió en la gran divinidad.