Aceptar el mal comportamiento no es un signo de amor, sino de negación. El amor se trata de crecer juntos y aprender de nuestros errores. Deberíamos demostrar suficiente amor para ayudarnos mutuamente a hacer las correcciones necesarias.

En lugar de decirle a la gente que no juzgue, debemos rogarles que hagan todo lo contrario. Si realmente nos aman, evaluarán gentil pero firmemente nuestro comportamiento y nos mostrarán las áreas que necesitan mejoras. Del mismo modo, deberíamos hacer lo mismo por ellos, viendo sus acciones negativas como gritos de amor y buscando formas de ayudarlos si podemos.

Por lo tanto, es nuestro deber como guerreros espirituales ayudarnos mutuamente a evolucionar. A menudo tenemos miedo de que otros nos juzguen simplemente porque no queremos enfrentarnos a nosotros mismos y hacer los cambios necesarios.

Todavía estamos apegados a nuestros hábitos arraigados de satisfacción de los sentidos.

Pero si queremos progresar espiritualmente, debemos tener el coraje de sacar de raíz estos viejos hábitos destructivos.

El juicio es una herramienta invaluable en el proceso.

Guerrero espiritual II: Transformando la lujuria en amor
Bhakti Tirtha Swami